domingo, 22 de marzo de 2009

Macrofotografía con cámara compacta y objetivo invertido


¿Que es un objetivo invertido? Como su nombre indica, es un objetivo dado la vuelta, que se coloca delante del objetivo de la cámara compacta que estemos utilizando.

Esta es una técnica complicada, pero con la que se consiguen grandes ampliaciones a bajo coste y que una vez que se tiene un poco de practica, da buenos resultados. Incluso se puede utilizar una cámara sin modo manual y el propio flash de la cámara. Las fotos de esta entrada están realizadas con el objetivo y la camara de la primera foto, sujetando a mano con mucho cuidado el conjunto.


Además se consigue un equipo muy compacto, para poder hacer un buen macro en cualquier momento. Para utilizar esta técnica necesitamos:

1.- Objetivo manual de fotografía tradicional. Si no tienes uno, se pueden encontrar en buen estado de segunda mano por 30 - 80 - ... €. Si se puede, conviene comprobar que nuestra cámara no va viñetear con el objetivo en cuestión, normalmente para evitarlo habrá que utilizar el zoom óptico de la cámara. Comprueba que el anillo de diafragma está suave y que el objetivo tiene filtro ultravioleta para proteger la lente del mismo. Los objetivos de formato gran angular (24, 35 mm) dan mayor ampliación. Yo utilizo de 50 mm que son los que tengo, las fotografias de esta entrada están realizadas con un objetivo Minolta 50mm 1.7.

Tenemos que tener mucho cuidado con dañar ninguna de las lentes del objetivo. La parte trasera del objetivo, que en este caso va hacer de lente delantera, se puede medio proteger colocando un anillo de extensión de los fabricados en China, de forma que nada pueda rozar la lente, aunque así sigue entrando polvo en el objetivo.

Para la parte delantera del objetivo podemos utilizar un filtro ultravioleta o algún anillo adaptador que evite el posible contacto del objetivo de la cámara compacta con la lente del objetivo invertido. Además necesitamos un accesorio para proteger el zoom de la cámara, que sin duda es lo más delicado.


2.- Algún sistema para sujetar a la vez el objetivo y la cámara. Con un poco de práctica, si hemos conseguido proteger todos los elementos, no nos va hacer falta, pero ayuda mucho para conseguir las fotografías. Aquí es cuestión de hacer bricolaje, la forma más simple es un perfil metálico que nos permita por un lado fijar cámara y objetivo, y por otro fijar el conjunto a un carril de enfoque, pero un simple listón de madera dura con agujeros, puede valernos para hacer el apaño.


No nos olvidemos de las bridas de plástico, de esas que sólo se pueden quitar cortándolas, pero que si colocamos un acolchado nos va a permitir fijar en un momento el objetivo al perfil. Yo he utilizado alguna vez un par de trozos de perfil de estantería, colocados en forma de “U”, ya que de esta forma puedo sujetar el conjunto en un carril de enfoque, para facilitar la toma de fotografías y utilizar el autodisparador de la cámara para reducir las vibraciones.


Hay que tener en cuenta, que dada la gran ampliación que se consigue, tendremos muy poca profundidad de campo, por lo que o elegimos muy bien el encuadre y el sujeto a fotografiar, de forma que salga todo lo que se necesite enfocar en un mismo plano, o utilizamos un software de apilado de imágenes como CombineZ, programa al que dedicaré una próxima entrada.

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